La maniobra de Heimlich (compresión abdominal) es una técnica de primeros auxilios en tres pasos que puede salvar una vida en pocos segundos. Es una acción simple que generalmente elimina trozos de comida u otros objetos de las vías respiratorias de una persona que se está ahogando, gracias a que produce un aumento de la presión en el abdomen y el pecho, con lo que se consigue expulsar el objeto. El comienzo del ahogo generalmente es rápido, de manera que si sabes cómo hacerlo y estás dispuesto a aprovechar este conocimiento puedes salvar la vida de una persona. Aprende el método para realizar la maniobra de Heimlich siguiendo estos simples pasos:
Una persona que verdaderamente se está ahogando a menudo tienen sus manos en la garganta (el gesto universal de ahogo) , y una expresión de desesperación o pánico en su rostro. No puede respirar ni hablar, ya que tiene completamente obstruidas las vías respiratorias (no le llega aire a los pulmones). Esto significa que no podrá responderte cuando le preguntes si está bien, o si necesita ayuda, sólo podrá mover la cabeza. Las causas de la obstrucción pueden ser un trozo de comida, lesión por un traumatismo, o hinchazón interna (edema) producida por una reacción alérgica grave.
Ten presente que debes llamar el servicio de emergencia médica después que hayas tratado de ayudar a la víctima, ya que cada segundo es fundamental. Trata de que otros llamen por teléfono al servicio de emergencias mientras tú atiendes a la víctima.
También se puede hacer en posición de sentado si la víctima es demasiado pesada para tus fuerzas o si estás en un espacio reducido, como un avión; asegúrate de tener espacio suficiente para realizar los movimientos.
Usa el talón de una mano para darle golpes entre los omóplatos. Si no hay mejora pasa rápidamente a la compresión abdominal. Nunca utilices golpes en la espalda en una persona que sólo tiene una obstrucción parcial de las vías respiratorias, porque los golpes podrían enclavar la obstrucción más profundamente.
Lo primero que hay que hacer es inclinarla hacia adelante y abajo (puedes hacerlo atravesando una rodilla o una silla o tu mano) y golpear con palmadas fuertes, usando el talón de la mano, entre los omóplatos (en dirección hacia la boca). Es importante hacer los movimientos con esta dirección, y no palmaditas convencionales.
No se puede golpear con una postura recta, tampoco dar golpes con el puño cerrado, así el trozo de comida puede descender a más profundidad e incluso bloquear las vías respiratorias por completo. Si la tos se reanuda, deja de golpear.
No trates de golpear a una persona en la espalda si el / ella está tosiendo. Una persona que puede toser tiene solamente una obstrucción parcial, por lo que los golpes en la espalda podrían producir un bloqueo total al enclavar el objeto más profundamente. Déjalo/a que expulse el bloqueo tosiendo y espera por si aparecen signos de ahogo antes de intervenir.
Recuerda que si no hay mejora pasa rápidamente a la compresión abdominal.
Párate con las piernas abiertas, para formar una especie de trípode en caso que la víctima se desmaye o pierda la conciencia (esto te ayudará a sostenerla y estabilizar rápidamente su caída).
Una vez que el objeto es expulsado, la mayoría de las personas vuelven a respirar normalmente. Si la respiración no se normaliza, continúa las compresiones.
Si la víctima está inconsciente, debes cesar inmediatamente las compresiones.